Hace unos días vi en forma maratónica PSICOSIS (Psycho, 1960) de Alfred Hitchcock; MASACRE EN TEXAS (The Texas Chain Saw Massacre, 1974) de Tobe Hooper; y EL SILENCIO DE LOS INOCENTES (The Silence of the Lambs, 1991) de Jonathan Demme. Al terminar la tercera, recordé que los psicópatas asesinos de estas películas, estuvieron inspirados en un mismo sujeto llamado Edward Theodore Gein. La verdad no planeaba ver estos filmes de corrido, lo que me dio material para el comentario de hoy.
Ed Gein (1906 - 1984) fue un desdichado que acostumbraba a saquear tumbas para fabricar muebles y adornos con restos de los cuerpos enterrados (en especial cadáveres femeninos) Se le comprobaron los asesinatos de Mary Hogan y Bernice Worden, y debido a ello pasó el resto de su vida en una institución psiquiátrica. Cuando la policía allanó su casa, encontraron el cuerpo decapitado de Worden, además de otros macabros hallazgos que incluían cabezas de mujer, órganos humanos en el frigorífico, pantallas de lámparas y asientos confeccionados con piel humana, platos soperos hechos con calaveras, un collar de labios humanos, entre otras aberraciones. Se cuenta que su madre, Augusta Gein, se esforzó por impedir cualquier influencia del mundo exterior en su hijo. Dicho aislamiento sería la semilla para el trastorno mental de Edward. Cuando Augusta murió, su hijo tapió la habitación.
http://es.wikipedia.org/wiki/Ed_Gein
Gein caló muy hondo en la cultura popular, cuyos horrendos actos dieron lugar a canciones, grupos musicales, novelas de ficción, películas y hasta animés. En cuanto a las tres películas mencionadas, Gein tiene una influencia directa en estos nefastos personajes de la ficción: Norman Bates, Cara de Cuero y Jame "Buffalo Bill" Gumb.
Norman Bates (interpretado genialmente por Anthony Perkins) es un pobre diablo que administra un motel perdido en el camino a causa del progreso, y que vive aislado del mundo junto a una madre dominante y sobreprotectora. No mencionaré los otros detalles que lo asemejan a Gein (sobre todo en el último tercio y en el epílogo de la película) en caso de que alguien aún no haya visto Psycho, aunque sus sorpresas y golpes de efecto ya sean bien conocidos y formen parte del folklore cinéfilo.
"Cara de Cuero" (encarnado magistralmente por Gunnar Hansen) es un sujeto sumamente peligroso, que lleva una máscara hecha de piel humana (por ello el apodo de Cara de Cuero), descuartiza sus víctimas, las guarda en un congelador y fabrica con ellas muebles, sillas, platos, adornos y otros productos ornamentales para el hogar. Así mismo, utiliza cadáveres robados del cementerio y vive en medio de una familia de locos, apartado del resto del mundo.
Jame Gumb, alias Buffalo Bill (excelente Ted Levine) es un criminal solitario que guarda souvenirs de piel y huesos de sus víctimas, confeccionando incluso un traje y una máscara de piel femenina. Buffalo Bill está basado también en otros asesinos famosos, entre ellos Edmund Kemper y Ted Bundy.
Buscando más semejanzas entre estos tres filmes, diré que son obras cargadas de violencia, sangre y asesinatos, con una historia pertubadora y con momentos francamente aterradores. Los papeles protagónicos corrieron a cargo de tres actrices respectivamente: Janet Leigh, Marylin Burns y Jodie Foster (Janet Leigh fue protagonista en Psicosis por lo menos hasta media película) Las tres cintas tuvieron un gran éxito de taquilla, unas excelentes críticas, dieron lugar a secuelas y además crearon polémica.
Psicosis empieza con un "after party" entre John Gavin y Janet Leigh, muy audaz para su época. Además toca temas "tabú" en su tiempo, como el vouyerismo, el trasvestismo y la desnudez sugerida en la ducha; sin mencionar el primer plano de un toilette y la intensa escena del primer asesinato (cuyo rodaje tomó varios días y lo que vemos en pantalla son sólo segundos) que alcanza niveles exasperantes gracias a la música del gran Bernard Herrmann. La producción al parecer contó con un ajustado presupuesto, a pesar de tener el apoyo de una major como Paramount, lo que llevó a Hitchcock a utilizar las cámaras de su serie de televisión y rodarla en blanco & negro para abaratar costos.
Masacre en Texas inicia con unos rótulos que nos indican que TODA la película está inspirada en un hecho real, algo que ya se ha hecho habitual en muchas películas de ficción en la actualidad. A diferencia de Psicosis, Masacre en Texas era una producción independiente que no contó con una gran distribuidora como la Paramount. Fue ese bajísimo presupuesto lo que ayudó a convertirla en el clásico que ahora es. Uno de los mejores ejemplos es el empleo de una cámara de 16mm que al ensancharse en la pantalla, le dio un mórbido aspecto granulado. Debido a la intensidad de la película, tuvo problemas de exhibición en varios países incluyendo Gran Bretaña y Australia. Esto es lo curioso del asunto: no es tanto lo que vemos en este filme, sino la atmósfera enfermiza y sus personajes truculentos que causan desasosiego en el espectador. De hecho, Cara de Cuero sólo mata a una persona con su famosa motosierra.
El Silencio de los Inocentes es un thriller logradísimo y elegante (sobre todo por la genial presencia de Anthony Hopkins como el Dr. Hannibal Lecter) sin renunciar por ello a los detalles horribles: fotos de las víctimas, una autopsia, un cadáver despanzurrado y crucificado, etc. En una escena dentro del manicomio, uno de los internos se emociona tanto con la presencia de la agente Clarice Sterling (Jodie Foster) que... bueno, hace su movida y se la echa en la cara a la aterrada joven quien sale gritando y llorando del sitio. Además, Buffalo Bill (Ted Levine) muestra a la cámara un "full monty" mientras se disfraza de mujer, dejando pasmado a toda la audiencia en el cine (según yo recuerdo) que no creía lo que estaba viendo. Además, la cinta generó protestas de algunas organizaciones por -según ellas- el trato negativo que daba a los homosexuales.
PSICOSIS, MASACRE EN TEXAS y EL SILENCIO DE LOS INOCENTES: tres obras inspiradas en los actos de un mismo psicópata, son además tres obras de arte por derecho propio. Ideales para revisitar y comentar durante este "jalogüín"
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